Los estudiantes de la Universidad de Massachusetts, en Amherst, reaccionan al semestre en línea de otoño

Octubre 2020

Por Cassie McGrath, Escritora del Personal

Traducido por Camila Constanza González García

Foto de la Universidad de Massachusetts Amherst por Kim Mazejka, @throughkimslens en Instagram

Foto de la Universidad de Massachusetts Amherst por Kim Mazejka, @throughkimslens en Instagram

Debido a la pandemia de COVID-19, los colegios y universidades de los Estados Unidos han ajustado sus programas y la Universidad de Massachusetts Amherst, no es una excepción.

El 29 de junio, la UMass anunció su plan para el semestre de otoño. Esta propuesta tan esperada se desglosó en numerosas partes, incluido el protocolo de evaluación y compensación, la vida estudiantil y las finanzas. Lo más destacado del plan fue que a todos los estudiantes que lo eligieran, se les permitiría regresar y vivir en el campus.

Además, la universidad planeó abrir el Centro Recreativo, donde los estudiantes hacen ejercicios y planificó servicios de comedor, siguiendo las estrictas pautas establecidas por el estado de Massachusetts.

Después del anuncio, los estudiantes comenzaron a prepararse para el otoño, haciendo planes financieros, comprando decoraciones para los dormitorios y emocionados de regresar al campus occidental de Massachusetts.

Después de ser enviados a casa durante el semestre el 13 de marzo, luego del inicio de la pandemia, los estudiantes de la UMass, sabían que no regresarían a las fiestas en los “parking lots.” Sin embargo, la posibilidad de vivir en el campus les dio a algunos estudiantes la esperanza de una experiencia universitaria en parte "normal."

En las semanas posteriores al anuncio de la UMass, otras universidades en los Estados Unidos comenzaron a reabrir. No obstante, casi tan pronto como lo hicieron, cerraron nuevamente, pues los brotes se extendieron entre los estudiantes. Un ejemplo evidente son los 130 positivos en UNC Chapel Hill después de una fiesta de fraternidad.

El 6 de agosto, siete semanas después de anunciar su plan original, UMass decidió revertir su decisión, para exceder las precauciones incluso más allá de las pautas estatales.

El cambio más grande y molesto fue que solo se permitiría vivir en el campus a estudiantes específicos con clases presenciales o que requirieran alojamiento. También optaron por cerrar todos los edificios no esenciales, lo que significa que no habría acceso al centro de recreación y la biblioteca u otras áreas de estudio en el campus.

El rector de la UMass, Kumble Subbaswamy, por su parte, desalentó a los estudiantes que permanecían fuera del campus de regresar al área de Amherst en general.

“Fue realmente molesto para mí, porque UMass es el único hogar secuencial estable que he tenido. No pensé que iba a cerrar y luego, cuando lo hizo, fue emocionalmente perturbador,” dijo Lydia Shields, estudiante de Ciencias Políticas de tercer año.

Shields no era la única que se sentía así.

“Desde la perspectiva de un estudiante de último año, es realmente triste. Pero quiero hacer lo que sea mejor para la ciudad de Amherst,” dijo Lauren Musshorn, quien se graduó en diciembre con un título en Ciencias Ambientales y Conservación de Recursos Naturales. Continuará su educación en UMass en la primavera, donde completará una maestría en Tecnología de Información Geográfica.

“Solo desearía que el fallo hubiera sido el mismo desde el principio. Siento que eso me hubiera ahorrado mucho dolor, y que UMass solo busca dinero, razón por la que tomaron la decisión tan tarde, pues es mucho más difícil para los estudiantes de primer año retirarse,” dijo Musshorn.

Durante su educación universitaria, Musshorn estuvo muy involucrada en la universidad, terminó su mandato como presidenta del Consejo Panhelénico y senadora de la Asociación de Gobierno Estudiantil. También fue asesora residente, líder de orientación para nuevos estudiantes y empleada en la oficina de la Facultad de Ciencias Naturales.

A medida que avanzaba el semestre de otoño, Musshorn dijo que, en general, pensaba que UMass hizo un buen trabajo al lidiar con la pandemia, especialmente en comparación con otras escuelas.

Musshorn señaló que la universidad tuvo éxito en las pruebas de coronavirus, habiendo completado 185 542 para la fecha del 1 de enero. El 10 de septiembre, UMass abrió las pruebas a los estudiantes asintomáticos. Finalmente, el 5 de octubre, la escuela abrió su sitio de pruebas a los inspectores y profesionales de primeros auxilios de Amherst.

Cuando Musshorn llegó a casa para las vacaciones, estaba expuesta al virus y necesitaba hacerse una prueba. Encontró tantos problemas en este proceso que se dio cuenta de lo accesible que se hacían las pruebas en UMass.

Musshorn también elogió la capacidad de la escuela para contener los brotes. UMass vio un aumento en los casos después de Halloween y hacia el final del semestre el 30 de noviembre. En el momento en que se escribe este artículo, existen 544 casos positivos acumulativos vinculados a la universidad.

A medida que comience el nuevo año, Musshorn y Shields planean recibir la vacuna tan pronto como esté disponible para ellas.

A principios de octubre, Shields dio positivo al coronavirus después de dos resultados negativos. Shields dijo que sus síntomas incluían presión en el pecho y pérdida del gusto y el olfato. También dijo que dormía unas 20 horas al día, lo que dificultaba el trabajo escolar.

Cuando Shields se puso en contacto con sus profesores para hacérselo saber, dijo que "fueron increíblemente comprensivos". Shields estaba en casa con sus padres durante su cuarentena y se comunicó con la universidad para informarles que dio positivo en la prueba, pero que estaba fuera del estado. UMass se comunicó con ella dos veces durante su cuarentena.

Como muchos estudiantes de la UMass, Musshorn y Shields compartieron su frustración porque la matrícula no disminuyó durante el otoño. La matrícula estatal en UMass para este año es de $ 16 439.00 mientras que la matrícula fuera del estado es de $ 36 427.00 y la internacional es de $ 38 512.00.

Los estudiantes de la UMass enfatizaron que no estaban obteniendo la misma experiencia académica en línea de lo que suelen obtener y, por lo tanto, no se les debería cobrar el mismo precio. La mayoría de las clases se impartieron de forma virtual durante el semestre de otoño. La única instrucción en persona fue para laboratorios u otros cursos con el equipo requerido.

Shields dijo que pensaba que mantener la matrícula igual era "criminal."

"Creo que refleja lo poco importante que son los estudiantes en comparación con su contribución monetaria a la universidad, ya que se cobró la misma cantidad por la matrícula sin permitirnos usar ninguna de las instalaciones de la UMass," afirmó. 

“Tengo clases enteras en línea en que no hacemos ni siquiera una conferencia Zoom, pues el profesor pone la conferencia en formato PDF. Y a ese punto, probablemente podría obtener esa información en Google,” continuó Shields.

El estudio a distancia presentó dificultades para los estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje. Shields dijo que ella no es una aprendiz auditiva, lo que hace que las clases remotas sean más difíciles.

El simple hecho de ir a clase puede motivar a los estudiantes. En Zoom, muchos estudiantes apagan sus cámaras, lo que dificulta la participación en el aula. "Creo que la gente se anima mucho más a interactuar en clase cuando estás sentado con gente y el profesor te está mirando", dijo Shields. En sus clases, Shields se conectó con otros estudiantes que ya conocía de semestres anteriores para mantener su comunidad.

Además, una gran parte de la experiencia universitaria es socializar. Shields describió la sensación de perderse su juventud. Como una persona muy social a la que le encanta conocer gente nueva, algo que ha sabido provechar en esta escuela con casi 30 000 estudiantes, ha sentido “esta abrumadora sensación de que nunca volveré a ser tan joven.” 

“Solo tengo 20 años y eso es muy, muy joven. Pero nunca volveré a tener 20,  ¿verdad?” Shields expresó que hay hitos importantes que son exclusivos de la universidad y que se está perdiendo.

En un esfuerzo por minimizar los riesgos para la salud, UMass eliminó todos los descansos académicos por vacaciones. Esto significó que los estudiantes trabajaron sin descanso durante todo el semestre, lo que resultó un agotamiento intenso. Para noviembre, Musshorn dijo que el semestre "tenía que terminar."

Para mantener su salud mental durante todo el semestre, Shields hacía ejercicios y Musshorn pintaba. Ambas mencionaron cómo pasar tiempo en línea podría ayudar, aludiendo específicamente a TikTok.

La pandemia también ha afectado en gran medida las trayectorias profesionales de los estudiantes. Antes de que estallara la epidemia, Shields planeaba enseñar inglés en Seúl durante el verano. Cuando esto fue cancelado, decidió cambiar sus planes de posgrado y viajar a Corea por un año. “Lo que hace retroceder mis planes sobre la facultad de derecho y todo un año entero. Así que ese es un efecto enorme que tuvo [la pandemia],” confesó.

Debido a toda la incertidumbre que ha causado la pandemia, Musshorn decidió solidificar pronto sus planes de posgrado. Solicitó y fue aceptada para Teach for America en abril y planea pasar dos años en Hawai, después de graduarse. Teach for America es un programa competitivo en el que ciudadanos estadounidenses, residentes y miembros de DACA con títulos de licenciatura, enseñan en escuelas de bajos ingresos en todo el país.

A pesar de estos planes y de su nuevo título, Mushroom no siente que nada haya cambiado. “Me siento como si estuviera sentada en el limbo”. Musshorn dijo que está agradecida por los años que tuvo en UMass y que creció mucho en el 2020, pero que solo quiere comenzar el próximo capítulo de su vida. "Me siento lista para seguir adelante," señaló, pero, por supuesto, todavía no es una opción.

Además de todos los desafíos causados ​​por COVID-19, el semestre de otoño también incluyó una elección presidencial. Estados Unidos está profundamente dividido sobre cómo combatir la pandemia. En Massachusetts, existe orden de uso máscara y regulaciones COVID-19, pero muchos otros estados del país no lo requieren. Los casos están aumentando y la vacuna no se está distribuyendo al ritmo esperado.

Cuando se le preguntó si se sentía estadounidense, Musshorn dijo que solo quiere salir del país.

Estaba "desconcertada" de que la elección entre el presidente Donald Trump y el vicepresidente Joe Biden fuera tan reñida y declaró que es desalentador que la mitad del país, todavía apoye al presidente Trump.

También expresó su frustración por la diferencia entre cómo los estados están combatiendo el virus y si algunos de ellos y sus individuos están haciendo todo lo posible, el virus no puede ser contenido si otros no lo regulan.

“El noreste [de los Estados Unidos] ha hecho un buen trabajo. Creo que al gobernador Baker le fue bien con el coronavirus. Creo que ha sido muy estricto al respecto,” dijo Musshorn. “A nivel federal, considero que hicimos un trabajo terrible. Ha sido frustrante ver que, por ejemplo, Massachusetts estuvo bloqueado durante dos meses, tal vez incluso más, y algunos de los estados del sur nunca lo hicieron."

Musshorn, actualmente tiene un trabajo de medio tiempo en Recreational Equipment, Inc. y nunca ha tenido que pelear con un cliente por el uso de la máscara. Sin embargo, dijo que en las tiendas REI en otros estados, sus compañeros de trabajo han tenido problemas con los clientes que no las usan.

“Ojalá hubiéramos hecho, por ejemplo, lo que hizo Nueva Zelanda. Desearía que todos estuvieran confinados y tomaran la ciencia de manera realista. Ha sido frustrante, siendo estudiante de ciencias, ver cómo la administración la ignora abiertamente y todo lo relacionado con ello ha sido muy, muy frustrante y triste,” comentó Musshorn.

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